Un grupo de profesores voluntarios enseña desde leer y escribir a asignaturas como historia a personas jubiladas y con pocos estudios | Todas las alumnas son mujeres, aunque los hombres también pueden acudir

Imagine cómo sería su vida si no supiera leer o escribir. No poder disfrutar de un libro, enviar guasaps o siquiera leer los contratos y facturas. Para muchas personas ahora jubiladas, esta ha sido su realidad durante gran parte de su vida. El grupo Voluntarios Volcados, que preside Maribel Ibáñez, enseña ahora a los mayores del barrio de Colonia Requena desde leer y escribir a aquellas personas analfabetas hasta asignaturas como historia o música, en función de sus intereses.

«Fui por primera vez al colegio a los 65 años, cuando me jubilé. Me saqué el certificado de estudios primarios», asegura Dolores, «Lola» para los amigos. Ella y otras siete mujeres mayores del barrio acuden a clase, algunas para refrescar materias que les interesan y tienen algo olvidadas, y otras para aprender conceptos básicos como la lectura y la escritura: «Son mujeres de la zona. Algunas son casi analfabetas, otras tienen carencias académicas. Tenían profesoras pero se hicieron mayores y buscamos recuperar esas clases, que las dan tres profesoras y una voluntaria», explica Ibáñez.

Más allá del aula

Las estudiantes tienen tres horas de clase a la semana, los martes y jueves de 17.00 a 18.30 horas. «Hay dos grupos, uno con las que saben menos y otro con las que saben un poquito más», comenta la coordinadora del proyecto. Marga tiene 70 años y se muestra entusiasmada por la oportunidad de aprender: «No he ido más que al colegio. Estamos aprendiendo muchas cosas de las que al menos yo no tenía ni idea. Nos hablan de todo, incluso de historia o de música». En el aula no se ciñen solo a recibir clase, sino que las clases versan sobre los temas que más les interesan.

Las clases no se quedan únicamente en el aula. Si un tema les interesa lo suficiente, se organizan excursiones para aprender más. La última fue en el Marq, al que acudieron a ver la exposición «Gladiadores»: «Tenían interés en saber más sobre el Imperio romano y acudió una profesora experta. Un autobús las recogió y fuimos al museo, donde el director les hizo la visita guiada», comenta Ibáñez.

Buenas compañeras

El resultado de este esfuerzo es un interés renovado por los estudios para muchas de ellas. Rosa tiene 74 años y comenta que no ha ido «nunca al colegio» y que sabe «lo que nos están enseñando ahora». Lo mismo que Elena, una de las más veteranas a sus 86 años, que asegura entre risas que «no sé nada, empecé de cero y aquí sigo, en cero».  Para algunas, acudir a clase les ha despertado incluso nuevas aficiones como la lectura. Es el caso de Carmen, de 78 años: «Me gusta mucho leer y leo bastante», comenta. Lola asegura que es la que más le da «la lata» a sus compañeras: «Yo es que soy la más rebelde, pero soy así, no voy a cambiar a los 82».

Por el momento solo acuden mujeres a este programa, pero está abierto también a hombres: «No está cerrado a nada», indica Ibáñez. La asociación de voluntarios quiere abrirse también a la posibilidad de enseñar español a familias inmigrantes que tengan carencia con el idioma, para conseguir que su adaptación sea mejor. 

El programa de refuerzo de la enseñanza para los mayores ya existía en el barrio, pero se detuvo a causa de la pandemia, que «lo paralizó todo», como comenta Maribel Ibáñez: «Este y otros programas ya estaban en la zona. Lo que hacemos desde la asociación es darle una vuelta y aportar más cosas con el voluntariado». La asociación no se ciñe solo a la enseñanza, sino que también realiza labores de acompañamiento y visitas a mayores que viven solos.

Autor: Alberto Losa

https://www.informacion.es/alicante/2022/11/21/mayores-barrio-colonia-requena-alicante-78883416.html