La situación tan atípica que estamos viviendo de crisis sanitaria por la pandemia, nos ha obligado a adoptar medidas extraordinarias, un cambio radical en nuestras vidas, sin duda la más dura fué el confinamiento, éste y las medidas restrictivas posteriores ha supuesto un aislamiento general, que para los mayores y si se le añade en soledad no deseada, ese aislamiento es mucho más acuciado.

La sociedad se ha adaptado, como no podía ser de otra manera, configurando nuevas formas de relacionarse.

El teléfono, vídeo llamadas y todas esas aplicaciones que hemos descubierto como un medio de sociabilizacion, ha entrado a formar parte de nuestra forma de vida.

Los voluntarios de Volk2 cambiaron las visitas presenciales en el proyecto de «Mayores en Comunidad», por las telefónicas, este medio es el aliado perfecto para acercar el voluntario al mayor.

Dos días a la semana 17 voluntarios se comunican con 23 beneficiarios para charlar, contar sus historias familiares, profesionales, preocupaciones y alegrías.

Una relación de reciprocidad, el voluntario solo realiza una llamada y recibe cariño, conocimientos, experiencia, vivencias y anécdotas, máster en resiliencia.

Por poner un ejemplo una anciana, que desde el inicio del confinamiento, un año, no ha salido de su casa y pese a ello está intacta su alegría, buen humor, ganas de vivir y compartir vivencias, anécdotas, que siempre resultan divertidas.

Compartir con ella unos ratos siempre es un chute de optimismo, aunque lo que cuente sea triste, su forma de afrontarlo es una lección de vida.

Una memoria envidiable, con cierta nostalgia cada día relata una pequeña parte de su vida, crónicas de la historia reciente de nuestro país, contadas con mucho sentido de humor y optimismo juvenil.

Siempre, siempre es un placer escucharla.

Su 89 cumpleaños será en unos días y el plan es celebrarlo a lo grande.